Por Líder: Isaac Llanos
La palabra «trasciende» implica pasar de un estado a otro, superar los límites. Un antes y un después. Y aunque no aparezca tácitamente en la biblia si hay ejemplos de transcendencia en la palabra de Dios escrita.

Abraham, Gedeón y Daniel fueron ejemplo de trascendencia ante la adversidad. Rompieron sus límites
El Señor va a superar los límites de nuestra mente finita. Tal vez nosotros pensamos que podemos o no, pero siempre en base a nuestros límites, no damos espacio a la fe en Dios.
Puede ser que alguien te dijo: «no puedes» o una vez lo intentaste, no lo lograste y pensaste que no puedes, incluso ni siquiera lo has intentado, puede ser por diversas causas. El punto es que, esos pensamientos se anidan en la mente.
Pensamos de manera lógica con la razón… Pero hoy el Señor va a romper esas estructuras de pensamientos que nos limitan con su palabra.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:8-9
Aquí Dios nos está diciendo claramente que tenemos pensamientos distintos a los de él. Que nosotros pensamos de una manera y él de otra.
Por eso debemos acercarnos a Dios para saber que piensa él. No podemos agradar a Dios con nuestra manera de pensar. Él tiene pensamientos de bien y no de mal para nosotros.

Tal vez tú piensas que dependes de un trabajo, pero si él quiere te bendice en gran manera. Puede ser que pienses que dependes de una persona pero si él quiere puede abrir 10 puertas más.
Nuestros pensamientos se fundamentan en nuestros deseos. Regularmente, nuestra mente se pierde en ideas vanidosas. Los pensamientos de Dios se fundamentan en nuestro bien, indiferentemente de los sentimientos.
Cuando nosotros basamos nuestros pensamientos en los sentidos, por ejemplo: los ojos, limitamos el pensamiento hasta donde vemos. Si nos limitamos a nuestra fuerza nos limitamos hasta lo que podemos cargar. Cuando basamos nuestro pensamiento en la fe abrimos el paso a lo sobrenatural en nuestra vida.

Si estudiamos deberíamos sacar buenas notas, si damos deberíamos recibir, si nos sacrificamos deberíamos tener, pero no siempre es así. Entonces cuando algo no funciona según la lógica creamos una etiqueta en nosotros mismos.
Pensamos que somos malos, que no podemos, que no valemos, nos limitamos porque no cumplimos lo estándares «normales».
Nos limitamos a lo que la sociedad determina según nuestras capacidades o posibilidades, nivel económico, profesional o intelectual.
Pero déjame decirte que los pensamientos de Dios te van a llevar a niveles que ni imaginas.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11
Muchas veces pasa por nuestra mente cosas como: «Dios tú dices eso y yo veo todo lo contrario», pero ignoramos que muchas veces Dios permite «lo contrario» para formarnos un carácter.
Y es necesario el carácter para «transcender». Transformar nuestro carácter es trascender. Pero ¿Cómo transformamos nuestro carácter en la comodidad?

Debemos atrevernos, romper los límites, intentarlo de nuevo, dejar atrás el temor, hacerlo aunque tengamos miedo.
Él va a cambiar nuestras debilidades en fortaleza. Ese es Dios.