Las comunidades de Lomas de Betania I y II en Quebrada de Cúa enfrentan una situación desesperante. Llevan casi tres semanas sin una gota de agua, una realidad insostenible que ha convertido sus hogares en un verdadero desierto.

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La poca agua que llega es tan escasa que apenas llena un «gotero,» dejando los tanques de reserva completamente vacíos. Esta escasez, que ya es crítica, se agrava por la incertidumbre, pues nadie sabe cuándo, ni cómo se restablecerá un servicio tan vital.

La falta de acceso a un servicio tan básico como el agua potable es una violación flagrante de los derechos humanos. Las familias de Lomas de Betania I y II están sufriendo las consecuencias de una gestión ineficiente y la indiferencia de las autoridades. ¿Hasta cuándo se ignorará el clamor de estas comunidades que ven vulnerada su calidad de vida, su higiene y su salud?

No es posible que en pleno siglo XXI, los ciudadanos se vean obligados a vivir en condiciones que recuerdan al desierto del Sahara, buscando desesperadamente cada gota de agua.

Exigimos una respuesta inmediata y soluciones concretas. Las autoridades deben garantizar el suministro constante y adecuado de agua a las urbanizaciones Lomas de Betania I y II. La inacción ya no es una opción; es imperativo que se tomen las medidas necesarias para restablecer el servicio y asegurar que esta situación no se repita. La dignidad y el bienestar de estas comunidades no pueden seguir siendo sacrificados por la ineficacia.

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