¿Qué hacer para ver la manifestación de la Gloria de Dios en nuestra vida?

Por: Pastor Miguel Albert

 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti

Isaías 60:1

En este capítulo de la biblia, ciertamente el Señor nos dice: ¡Levántate y resplandece! y es algo “natural”, porque cuando la Gloria de Dios empieza a manifestarse en nuestra vida suceden cosas maravillosas.

Antes del la Gloria

Pero para que se manifestará la Gloria de Dios en ese capítulo, tuvo que suceder algo en el antes…

El que encubre sus pecados no prosperará; Más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Proverbios 28:13

Antes de Isaías 60, viene Isaías 59

Confiesa tus pecados ante Jesús para que veas la Gloria de Dios en tu vida

El previo al capítulo 60 nos da una contextualización de la entrada a esa Gloria que se iba a manifestar. Ellos confiesan sus faltas… Y ahí entra la Gloria de Dios.

El previo de recibir la Gloria de Jehová en nuestra vida es precisamente confesar ante Dios nuestros pecados, nuestras transgresiones, nuestras faltas, nuestras áreas débiles.

¿Que es encubrir?

Significa esconder… Tapar… A veces, nosotros tenemos un lugar donde escondemos nuestra suciedad, como cuando tiramos todo al ático, se ve la casa limpia, pero ese lugar está desordenado.

No se tratar de ir a proclamar nuestras fallas, pero no podemos ser bendecidos si escondernos nuestros errores.

La palabra es clara: si nosotros confesamos nuestro pecado alcanzaremos misericordia.

Es como cuando Jonás va a Nínive a declarar que hay un juicio contra ellos y entonces ellos se rasgaron las vestiduras y ayunaron, se arrepintieron y alcanzaron misericordia. El juicio que iba a caer sobre ellos fue quitado.

No es que vamos a ir a confesarnos, así como se hace con los curas, como un ritual, sino de corazón confesar ante Dios, porque el que encubre no será propedrado.

Porque no solo es confesar y alcanzar misericordia, sino apartarse. Dice la biblia: el que confiesa y se aparta será prosperado.

 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

Santiago 5:16

A veces maltratamos a la gente… Le hablamos fuerte a los hermanos, los herimos, como dicen por ahí andamos pateando a nuestros hermanos, pero no entendemos que nos estamos metiendo con la niña de los ojos de Jehová, con un hijo, con un tesoro preciado.

Queremos la Gloria de Dios en nuestra vida, pero no tenemos la valentía ir delante de él y pedirle disculpas.

Ahí está el pecado encubierto, ahí está la retención de la Gloria de Dios. Hace falta que confesemos y digamos: disculpa. Que pidamos perdón.

Cuando empezamos a levantarnos bajo la dirección de Dios, con valentía, con la misma osadía con la hicimos el mal, nos confesamos hallaremos misericordia.

Sacar el sucio, sacar la basura, sacar esas mala energías.

No es solo pedirle perdón al Señor, es arrepentirse e ir a esa persona que ofendimos y pedirle perdón.

Si nosotros no confesamos y pedimos perdón a nuestro esposo, esposa, a nuestro hermano, a nuestro hijo, aunque esa persona no se acuerde, usted le pide perdón para que esa Gloria de Dios se manifieste sobre su vida.

Pero para eso debemos reconocerlo primeramente, porque hasta que yo no entienda y reconozca, no vamos a poder caminar en el sentido de su rectificación. Si no reconocemos, no podemos corregir.

Debemos pedir cómo David: muéstrame, enséñame los pecados que me son ocultos. Para que estemos aptos y la Gloria de Dios se manifieste en nuestra vida.

Para eso debemos hacernos un exámen, para debemos revisarnos… Para estar bien con Dios y con los hombres.

Cada detalle, cada cosa. Tal vez no es un pecado tipificado en la biblia pero la palabra dice: todo me es lícito pero no todo me conviene.

Tal vez, Dios dijo no vayas por ahí, pero vamos entonces estamos siendo desobedientes, negligentes…. Nos estamos rebelando contra Dios. Estamos en contra de su voluntad.

¿Qué te ha dicho Dios? ¿Cuál fue la instrucción de Dios?

A veces podemos pecar porque Dios nos da una instrucción y no la acatamos. Puede ser incluso que Dios te dijo que no vayas a esa iglesia y nosotros vamos, entonces estamos desobedeciendo.

Pero Dios es amoroso, así como la mujer samaritana, que Dios la confrontó, no para humillarla, sino para salvarla.

Él es tan bueno, detallista, que apartó a sus discípulos para que sintiera que no era señalada, para que estuviera a solas con Jesús y así confesar ese pecado oculto, nadie sabía que ella tenía 5 maridos y ninguno era de ella. No fue para su vergüenza, él fue delicado y entabló una conversación íntima para limpiarla.

Así como hoy, dígale: Espíritu Santo muéstrame, eso que me separa de ti, no permitas que encubra ese pecado que no me permite acceder a tu Gloria.

Si tienes una cuenta pendiente, salda tu cuenta pendiente. Pide perdón al que tengas que pedirle perdón. No importa si la pero te perdona o no, pero Dios va a hacer algo.

Pero no solo confiesa, sino apartarte, para que puedas ser tocado por la Gloria de Dios.

No prosperado económicamente, sino la prosperidad de tu alma. La mujer samaritana, en ese mismo instante fue prosperada, ella empezó a predicar la palabra.

Ella empezó a resplandecer, ella empezó a dar de eso que acaba de recibir…

Centro Cristiano Rey de Reyes

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