Hoy te doy gracias Abba Padre, no por la abundancia sino por tu fidelidad. Quiero agradecerte no por lo mucho o poco, sino por la paz que me da confiar en ti.
Gracias por suplir cada plato en mi mesa, por qué mis hijos no sé han acostado una noche sin comer. Contigo por comida no me preocupo, no me ha faltado, más bien me abstengo de ingerirla en ayuno como honra a tu nombre.
Sin empleo has sido tú mi proveedor, me alimentas enviando comida en boca de cuervos. No volveré a preocuparme o humillarme ante los hombres por un trabajo, no caeré en bajezas para conseguir dinero, pues tú eres dueño del oro y la plata y yo soy tu hijo.
Tú das la paz que sobrepasa todo entendimiento. Tú me haces vivir confiado, me has demostrado que eres detallista cuando cuidas de mí. No haces esperar tu sustento.
Aunque en ocasiones soy rebelde y no actúe como el mejor de tus hijos tú no me privas de la provisión. En medio de la bendición no me abandones a mi propia razón, no quiero que los bienes caducos tomen tu lugar.
Los que no te conocen afanados por conseguir se preguntan cómo vivo, como hago para sostenerme en medio de tantas adversidades. Les proclamo tu nombre, les digo que edifiqué en la roca y son incrédulos. No me dejes caer en sus deseos malos. Guarda mi corazón y no permitas que la bendición se convierta en maldición.
Oro a ti Padre que me has mostrado que tí si vale la pena confiar. Oro para que proveas a los familiares, amigos y hermanos que no tienen un ingreso fijo. Capacítalos para tu bendición. Ten misericordia de ellos y muéstrale tu rostro y tu favor… Amén
