Por: Anc. Sofía Manrique
Texto base: Hechos 16
Muchas veces el Señor permite y utiliza tiempos difíciles para llamar nuestra atención. Para nadie es un secreto que estamos en tiempos difíciles, pero ánimo Él ya venció.
Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;
2 y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
Hechos 16:1,2
Acá en esta porción bíblica vemos uno de los viajes de Pablo, no era como hoy en día que hay aviones, trenes, carros etc. Eran viajes de meses en barcos, burros, en condiciones no tan cómodas. Llegó a Derbe, en ese viaje conoció a Timoteo, el Señor nos pone en lugar adecuado y a las personas adecuadas.
6 Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;
10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.
Hechos 16: 6 y 10
También notamos que aunque Pablo quería ir a Asia, el esperó, tuvo una visión y fue a Macedonia. Porque los que esperan en el Señor tienen respuestas. Cuando el Señor le hable créalo, aunque parezca lo contrario.
13 Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.
14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
15 Y cuando fue bautizada, y su familia…
Hechos 16: 13-15
Cuando llegó a filipos, no había sinagogas, por lo que fue a un río como era de costumbre en la ciudad y allí conoce a Lidia. Yo no sé cuál sea tu circunstancia pero cada quien tiene su circunstancia particular y para esa es circunstancia el Señor tiene a alguien, no importa el lugar.
Lidia estaba atenta, el Señor abrió su entendimiento lo aceptaron y fueron salvo ella y su familia, porque esa es la promesa. El Señor permite esos lugares inesperados con un propósito.
Continuamos con esta interesante historia…
16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
19 Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;
20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
21 y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.
22 Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas.
23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad.
24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.
25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido.
28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.
29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas;
30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Hechos 16;16-31
1 – Ellos no cambiaron su opinión
Dice la palabra que los llevaron a lo más profundo de la cárcel, los ataron, los golpearon pero que tu adoración no dependa de las circunstancias. El Señor no quiere que tu adoración no sea solos los domingos, el quiere que lo adores siempre no solo cuando estés cómodo o cuando necesites.
Y esto hermanos sucede porque “El perfecto amor echa fuera el temor”. Entregarse al Señor no es la mejor manera de vivir, entregarse al Señor es la única manera de vivir. Como dijo Job, a pesar de todo “sea bendito el nombre de Jehová”. Pablo y Silas no se quejaron, no tuvieron miedo y adoraron que la circunstancia que usted está viviendo sirva como testimonio para glorificar al Señor.
¿Dónde David escribió la mayoría de los Salmos? en el exilio o en el desierto. Este es el tiempo que Dios nos permitió vivir, no callemos la verdad. No digamos a lo bueno malo, y la malo bueno por temor. Adoremos en toda circunstancia, no cambiemos nuestra opinión para quedar bien con el mundo.
2 – No comprometieron la justicia
Después de ser metido como unos delincuentes para llevar una palabra. A los mas profundo de la cárcel, con un cepo en los pies, todos lacerados ellos adoraron… Y dice la palabra que a eso de las 12 am ocurrió un gran terremoto, Adora en tu circunstancia, cualquiera que sea hasta que ocurra un terremoto. Un terremoto de bendiciones.
Aunque estuvieron presos no escaparon, la puerta se abrió podían hacerlo pero no comprometieron la Justicia. El carcelero iba a pagar con su vida si esos presos se llegaban a escapar, entonces cuando vio aquello se iba a suicidar y Pablo lo detuvo: ¡Espera! No lo hagas, todos estamos aquí.
Y el carcelero que vio todo aquel mover sobrenatural, como esos hombres en medio del presidio, adoloridos por los golpes adoraban con esa devoción y fueron liberados dijo: ¿que tengo que hacer para ser salvo?
Si ellos se fueran escapado, evadiendo la justicia el carcelero hubiera muerto, no fuera salvado él y su casa. Ese lugar, esa circunstancia sirvió para bendecir, para salvar vidas.
3 – No cambies tu asignación
Lleva el mensaje, en todo lugar, en toda circunstancia, recuerda para que fuiste llamado. Pablo habló en cada lugar que estuvo. A Timoteo, a libia, a la mujer del espíritu, al carcelero porque todos son valiosos para el señor.
Efesios 2:10 dice “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
4 – Hay un resultado inesperado
Cuando permaneces en el Señor tenemos resultados inesperados. Ya el Señor confirmó que el preparará moradas en el cielo para nosotros. A veces no nos gusta la posición en la que el Señor nos coloca, nos trilla, nos aprieta y decimos ¿Señor por qué otra vez? Porque todavía no has aprobado.
Pero tenemos las armas… Efesios 6:10. No estamos desamparados. El nos ha capacitado, no nos dio espíritu de temor sino de poder y de dominio propio.
Si sus armas están desgastadas, si su corazón está seco el Señor te dice: quiero llenar ese corazón con mi espíritu. Tal vez no entiendas el por que de las circunstancias, pero confía, todo es parte del plan de Dios
Todo los podemos en Cristo que nos fortalece. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con toda tu fuerza… Amén.
Centro Cristiano de Avivamiento Rey de Reyes
