Por: Pstor Miguel Albert
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
Efesios 4:3
¿Qué es la paz?
La paz no son los tratados que firman Gobiernos, no viene mediante las promesas que hacen los líderes mundiales, nosotros no estamos en guerra ¿estamos en paz?… No se trata de países, tampoco de acuerdos entre hombres.
La definición la paz es: lo opuesto a la guerra, es un estado de tranquilidad, de seguridad, de confianza… Situación o estado en que no hay guerra ni luchas entre dos o más partes enfrentadas.
En contraste, la biblia dice:
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Juan 16: 33
Acá se habla de tiempo difíciles, de problemas, de aflicciones… Y de una serie cosas que tendrían que pasar durante nuestra vida terrenal. Sin embargo, Jesús dijo que ya había vencido todas estas cosas.
Jesús nos prometió darnos la paz que sobrepasa todo entendimiento, lo qué quiere decir que: si nos encontramos en tribulación, perseguidos, en guerra, bajo tormentas podemos tener confianza que en Jesús tendremos Paz.
La paz no depende de una harina pan, de un trabajo, de una persona, una situación o de una circunstancia, no depende si tengo o no tengo, la paz ya está en nosotros porque somos templo y morada del espíritu santo y desde el momento en que dijimos “señor te acepto como mi suficientes y único Salvador”, allí empezó morar la paz y nosotros.
Shalom
La paz según el antiguo hebreo proviene de la palabra Shalom, este concepto es mucho más amplio, plantea cosas como: reconciliar, restaurar, cumplir, ser recompensado, terminar algo, devolver algo a cambio, restituir y otros.
Shalom significa estar completo, La única manera de que estemos completos es con Jesús. Con Cristo tenemos la unidad, el amor, el gozo eso es tener Shalom, estar completo. Ahí tenemos la paz que Jesús nos prometió.
En las redes sociales a través de imágenes en algunos post a circulado una analogía que plantea: los peces si los alejas del agua se mueren, los árboles si los alejas de la tierra se mueren, y así los hombres si los alejas de Dios tienen el mismo destino. Cuando estamos sin Dios no hay paz.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15:5
¿Qué quiere decir esto? ¿Que sin la riqueza nada podemos hacer? ¿Qué sin la familia nada podemos hacer? ¿Que sin el trabajo nada podemos hacer? NO.
Dice: sin mí nada podéis hacer… Sin Jesús nada podemos hacer, el que permanece en Jesús tiene paz. Así sucede hoy, las preocupaciones, las angustias, la ansiedad nos han alejado de Dios y por esto hemos perdido la paz.
Que sucedan cosas difíciles, problemas aficiones ya lo sabemos, pero perder la paz es por alejarnos de Jesús. Si tienes ansiedad, si te sientes molesto, si tienes frustración, si no tienes paz, revisa, lo mas probable es que has alejado de Jesús.
Jesús es nuestra Paz, Jesús es nuestra Paz, ¡repítelo!: Jesús es tu paz. Qué es tu paz no es una harina, un trabajo, una persona, Jesús es nuestra paz, repítelo callado donde estas: Jesus en mi paz… Busca a Jesús y lo demás será añadido…
Hablemos hablemos de algunas palabras que están dentro del concepto de Shalom:

Reconciliar: Jesús reconcilió nuestra relación con Dios.
Restaurar : Restauró nuestra vida, nos restauró de la caída de Adán y del hombre.
Restituir: Restituyo nuestra relación con Dios.
Completo: Completó el plan de Dios, vino al mundo murió en la cruz para completar la promesa de amor que había hecho Dios.
Cuándo entendemos esto nos sentimos completos y empieza a residir en nosotros la paz que no se mueve con nada, la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Hay una canción que dice:
Él es mi paz
Él ha roto todas mis cadenas
Él es mi paz
Él es mi paz
Hecho toda mi ansiedad sobre él
Pues el cuidará de mí
Él es mi paz
Él es mi paz
Hecho toda mi ansiedad sobre él
Pues el cuidará de mí
Él es mi paz
Él es mi paz
Mateo 11:28-30 Reina-Valera 1960
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Centro Cristiano de Avivamiento Rey de Reyes