Hoy se cumplen 20 años de aquel trágico suceso, que marco la historia en un antes y un después, acciones que provocó la irritación por parte de grupos de poderes estadounidenses, bajo la administración del ex presidente George W. Bush, contra Afganistán en octubre del 2001 y luego contra Irak.
El gobierno de los Estados Unidos, impulsó una cruzada que ha mantenido por dos décadas en el marco de la “Guerra contra el Terrorismo” en el mundo, pero especialistas plantean que se “develó la complicidad entre el gobierno de Busch y la monarquía Árabe Saudita en los atentados” y poner en acción el andamiaje militar estadounidense en la llamada Operación Libertad Duradera, que significó la invasión y ocupación de Afganistán en octubre del año 2001.

Ocupación que se prolongó hasta principios de septiembre de este año 2021, cuando salió del país centroasiático el último soldado norteamericano, tras gastar 2 billones de dólares y perder 2.443 soldados en la guerra más prolongada que haya generado este país.
Cabe destacar, que los acontecimientos del 11 de septiembre dejaron un aproximado de 2.996 muertos, entre aquellos que estaban en las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, el Pentágono en Washington y los pasajeros y tripulantes de las tres naves aéreas secuestradas, representan el mayor ataque terrorista en territorio estadounidense.
Cada año, los hechos del 11 de septiembre, son recordado por la sociedad estadounidense, pero, donde los únicos que siguen exigiendo justicia y reparación son los familiares de las víctimas, hasta ahora, la versión de las diversas administraciones de gobierno estadounidense, desde el año 2001 a la fecha, tanto con George W. Bush, Barack Obama y en la actual presidida por Joe Biden suele callar e incluso descartar la participación de la Monarquía Wahabita en el financiamiento y apoyo al grupo de terroristas, que ejecutaron los atentados del 11 de septiembre.